Al llegar a Vespucio, quedamos justo detrás de un camión que
transportaba chanchos, después de entrar a la autopista mi hermano me dice
riendo:
-
Pensar que
a estos weones los van a matar y ellos no mataron a nadie y hay otros chanchos
que por puro andar con corbata nadie les dice nada.
Y eso que mi hermano nunca ha leído a Orwell.