Nos acordamos de ella en esta época, y en gran parte de las
casas (creyentes o no) empiezan a aparecer bajo los árboles navideños José, María, el niño, los reyes magos y el extra disfrazado de
pastor. Para mí la frase “Sagrada Familia” me recuerda más que eso o el nombre
de una mala película chilena. Cuando tenía 12 años iba todos los sábados en la
tarde a una capilla llamada “La Sagrada Familia” a prepararme para hacer la
primera comunión. Ahí escuche que la familia es el pilar de la sociedad, que
hay que cuidarla, que debe estar bien constituida y todas esas cosas de las que
es muy fácil hablar desde un altar. Ya en la enseñanza media, estando en un
colegio católico me hicieron caminar un par de kilómetros en una fiesta llamada
la caminata por la familia, que creo se hace hasta el día de hoy en las calles
de Maipú.
La iglesia católica se ha llenado la boca hablando de la
familia y demonizando otras formas de vida (un cura le dijo a mi madre que
vivía en pecado por no estar casada con mi padre). El tema es que en el sermón
es súper fácil decirlo, porque cuando de verdad hay que protegerla, no con
caminatas ni clases de catequesis, con hechos reales la cosa cambia.
La iglesia católica no dice nada en contra de las extensas jornadas
laborales que impiden que los padres puedan pasar tiempo a diario con sus hijos,
no dice nada en contra de un sistema de transporte que hurta los pocos tiempos
libres de los que disponen las personas. Es muy fácil pregonar desde un altar,
desde arriba. Es muy fácil estar en contra del divorcio cuando no se está
casado con una mujer a la que sólo se ve al momento de acostarse exhausto
después de pasar horas en la obra.
Pero me imagino que es mucho más difícil decir esto en el
sermón del día domingo en la Iglesia de San Carlos de Apoquindo, es más difícil
meterle el dedo en la conciencia (si es que tienen) a los grandes empresarios. Es
difícil estar en contra de un gobierno en un tema de real importancia y no en
tonteras como la distribución de una pastilla.
De todas formas, estoy seguro de que este año, mi hermana
pondrá sola el pesebre de la Sagrada Familia, mientras mi hermano, mi padre, mi
madre y yo estamos trabajando.