¿Por qué nos gustó Bielsa?

Nos llevó a un mundial, le ganamos por primera y única vez a los Argentinos, nos paseamos por el mundo jugándole de igual a igual al rival que tuviéramos en frente. Resultados suficientes para dejar hasta aquí el asunto, pero creo que hay algo más allá, porque más que los resultados hay algo que nos identificó con el loco que no fue capaz de ser profeta en su tierra. Porque si de logros se trata, Acosta consiguió llevarnos a un mundial, llegar hasta donde mismo llegamos con Bielsa y además consiguió una medalla olímpica.

Eso que nos identificó con él fue el cómo, su forma de trabajo estricta y metódica que brindaban un juego en altamente preciso, veloz, mecánico y sobre todo eficaz, características muy bien valoradas en nuestro país, en dónde hemos dejado de hacer las cosas por amor o por el solo gusto de hacerlas y nos maravillamos con la capacidad de conseguir resultados exitosos y donde no se perdona la displicencia y menos el error. Por eso fue que Bielsa no triunfó en Argentina, porque a los che más que resultados, que les sobran, les interesa el cómo, les interesa que su selección además de ganar, lo haga representando a la Argentina, es decir con pasión y generando placer al verla.

Bielsa nos gustó por ser un entrenador pragmático, en el que todo se hacía en pos de un resultado, no dejando espacio a la cachaña de Alexis, a las rabonas del Mati, ni a la genialidad de Valdivia; es decir al romanticismo del fútbol. Tengo que reconocer que me gustaba como jugaba la selección de Bielsa, no tengo problema con esos valores en el fútbol (aunque Galeano no esté de acuerdo), lo que me molesta es que esos valores trasciendan a la cancha y como sociedad nos convirtamos en máquinas busca resultados y nos olvidemos del placer de hacer una cachaña por el solo gusto de hacerla.